Empecemos por la génesis de la relación sexual: sabes bien que la función primordial de la relación sexual es la reproducción y no el placer, por lo que cuando el cerebro percibe estímulos de actividad sexual pone en marcha todos esos mecanismos involuntarios que llevan a la eyaculación, que puede tardar 2 minutos o 30 segundos, y no está bajo tu control, ¡pero puede estarlo!

Estos mecanismos involuntarios comienzan con la percepción del placer gracias a las terminaciones nerviosas sensoriales situadas en la punta del pene; la función de los nervios es enviar mensajes al cerebro y no podemos intervenir en esta fase, pero hasta aquí no hay problema.

El verdadero problema comienza cuando el cerebro devuelve otro mensaje, también a través de las fibras nerviosas, es decir, cuando envía la señal de eyaculación, pero podemos intervenir en este paso. Más concretamente, podemos impedir la activación de los músculos del suelo pélvico, entre los testículos y el ano y, si no se activan, el esperma no podrá ser expulsado y, en consecuencia, la eyaculación NO se producirá hasta que TÚ decidas activar esos músculos.

Te voy a explicar mejor lo que quiero decir con la parte final de los mecanismos involuntarios, tanto durante la relación sexual como durante la masturbación (con esta última es más fácil probar). Si unos momentos antes de la eyaculación pones un dedo entre los testículos y el ano, sentirás que el músculo del suelo pélvico palpita y actúa como una bomba para disparar, y es esta activación/palpitación la que te hace eyacular. Así que, si aprendes a evitar que esto suceda, aprenderás a controlar la eyaculación.

Antes de darte la técnica, tengo otra información fundamental 

Todo lo explicado hasta ahora es válido para cualquier persona, PERO aquellos que sufren de eyaculación precoz han acelerado terriblemente estos mecanismos involuntarios, es decir, cuando el cuerpo percibe el acto sexual, comienza a activar todos los mecanismos, pero de manera acelerada ¡porque así se le ha enseñado! Generalmente, estos comportamientos incorrectos ocurren durante la adolescencia, ¡pero no siempre! Y el más común de todos es acelerar el acto de la masturbación por miedo a ser descubiertos por los padres, tratando de eyacular lo más pronto posible, ¿te suena familiar? O simplemente por el placer de ir “fuerte”.

Otra situación estadísticamente muy común son las relaciones esporádicas y rápidas con la pareja, aproximadamente una vez a la semana, lo cual generalmente es el resultado del poco tiempo libre debido a compromisos laborales o familiares (hijos). Pero aquí también se aplica lo mismo, ¿cuál es el resultado si te apuras sin control?

¡Fácil! ¡Eyaculación precoz!

Si te has masturbado rápidamente/decididamente durante años o has tenido relaciones sexuales rápidas durante cierto período de tiempo, ¡has enseñado a tu cuerpo a eyacular de manera rápida!

Porque el cuerpo humano es una máquina perfecta, así que si se repite un comportamiento durante un periodo de tiempo medio o largo, el cuerpo lo memoriza y lo hace propio. Y por hacerlo propio quiero decir que cuando se da la misma acción, automáticamente se repite el comportamiento sin que te des cuenta. 

Ejemplos triviales, pero para entender la inmensa capacidad del cuerpo para memorizar comportamientos, científicamente llamados «patrones motrices», intenta pensar en esto: ¿has olvidado alguna vez cómo montar en bicicleta, cómo nadar, cómo dar una patada a un balón? Si has aprendido a silbar, no se te olvida cómo se hace, y así habría infinidad de ejemplos.

Los que eyaculan en 2-3 minutos comienzan con una preactivación del suelo pélvico y esta condición se le ha enseñado al cuerpo y, en consecuencia, lo repetirá cada vez. Los que empiezan con la preactivación, al excitarse sienten un pellizco en la punta del pene, así que presta atención a eso.

La técnica que he descubierto tiene como objetivo precisamente reprogramar el comportamiento del suelo pélvico y enseñar a controlarlo.